Las lluvias traen vida, y ríos despiertan con fuerza, el aroma a tierra nueva es un regalo sagrado. La naturaleza respira, y con cada gota que cae, el ciclo eterno comienza su danza normal.

Las flores brotan con fuerza, y el sol brilla agradecido, y en cada rincón del mundo, inunda de amor y vida. La magia del momento, el tiempo se detiene, y ensancha el alma, y en este abrazo profundo todo vuelve a comenzar.

  • José de San Martín